El Zaragoza encadena su tercera victoria consecutiva tras vencer por dos goles a cero a un Mallorca que ha demostrado por qué es la peor defensa de la Liga Adelante y continúa sin conocer de victoria en lo que va de temporada, lo que pone en entredicho a continuidad de su técnico, Valeri Karpin.
La primera parte se caracterizó
por un equipo aragonés que mantenía la posesión del balón y unos
bermellones que, a base de velocidad y de concesiones rivales en el
centro del campo, le costaba bien poco presentarse en el área defendida
por Whalley, la misma velocidad que le faltaba a su defensa, que fue un
auténtico coladero durante todo el partido. A pesar de estas
circunstancias, ninguno de los contendientes supo aprovechar las
debilidades del rival y los porteros no tuvieron que emplearse a fondo hasta la media hora de juego,
cuando Cabrero contestó con todo un paradón a una falta directa lanzada
por Eldin que iba directa al interior de la portería mallorquinista.
Y poco más: un conjunto local que
emitía a ratos algunos destellos, con buenas combinaciones pero que no
llegaban a ningún sitio, y un Mallorca rápido, cómodo en general,
que se aprovechó de la excesiva permisividad del colegiado, que sacó de
sus casillas a la parroquia maña. El segundo período comenzó con un
Real Zaragoza perdido, falto de intensidad, al que le costaba mucho
todo, y un Mallorca en líneas similares al de la primera parte, aunque
con una defensa que cometió todavía más errores si cabe.
La primera gran ocasión de los
segundos 45 minutos llegó en el 67 para los baleares de las botas de
Asensio, con un disparo que rechazó Whalley a córner. Esta vez sí que le
salieron bien los cambios a Víctor Muñoz, pues la entrada de Jaime
supuso el revulsivo que necesitaban los zaragocistas y justo después del
ataque visitante, un impecable contragolpe acaba con él rematando a puerta vacía y con el primer gol subiendo al marcador de los de casa.
No se confió el Zaragoza, más bien
todo lo contrario, se creció, se gustaba cada vez más, mientras que la
reacción del conjunto mallorquín, aun plasmándose en varias ocasiones,
casi siempre gracias a Asensio, se estrelló o bien con el serio trabajo
defensivo de los de Víctor Muñoz o bien contra sus propias
imprecisiones. Un minuto antes del final del tiempo reglamentario, cuando el partido ya estaba totalmente roto, Eldin puso el 2-0 definitivo rematando con facilidad
tras una jugada provocada de nuevo por otro desbarajuste defensivo del
Mallorca para que el zaragocismo recobre niveles de confianza
desconocidos en mucho tiempo y se arrime a la zona alta de la
clasificación.
Crónica redactada por EFE.
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